Real, Ilustre, Venerable y Carmelitana Hermandad del Santísimo Cristo del Amor, en el misterio de su Sagrada Entrada en Jerusalén, María Santísima de la Candelaria, y la Muy Antigua y Fervorosa Cofradía de San Blas, Obispo y Mártir, Patrón Perpetuo y Honorario de la Ciudad de Aracena y de su Excelentísimo Ayuntamiento.
El culto al Santo Patrón agonizaba año tras año y tan solo quedaba una raquítica Novena y una Función Solemne en su día, con Procesión por las calles de nuestro pueblo, desangelada y fría, no tanto por las condiciones meteorológicas propias del mes de Febrero, como por la ignorancia y ausencia de los hijos de la Ciudad. Con idea de revitalizar dichos Cultos, comenzamos a trabajar desde la primera infancia para potenciar la devoción al Santo Patrón, fomentando un cariño y una simpatía hacia este “Imitador del Señor Jesús”, como es San Blas.
La actual imagen de San Blas fue realizada por Pineda Calderón en el año 1945 y fue donada a la Parroquia por el Excelentísimo Ayuntamiento. Y tras un Solemne Novenario procesiona todos los años el día de su festividad.
Esta Hermandad realiza su primera estación de penitencia el Domingo de Ramos día 31 de Marzo del año 1985, con una imagen de pasta madera adquirida en Olot (Gerona) y en el paso de la Santa Vera Cruz que fue cedido gentilmente para esta ocasión por esa Hermandad. La nueva imagen fue traída a nuestra Ciudad por D. Manuel Bravo Cordero, que se dedicaba al transporte de corcho hasta Gerona, y por encargo de la Junta de Gobierno de esta Hermandad se desplazó hasta Olot para recoger la imagen. La cual fue bendecida el Sábado 30 de Marzo de 1985, en una Función Solemne celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción a las 19:30 horas de la tarde; actuando como padrinos de la misma D. José Galván Fernández, que por esa fecha era el Hermano Mayor de la Pontificia, Real, e Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz, Santísimo Cristo de la Sangre y Ntra. Sra. del Mayor Dolor, y su esposa Dña. Rosario Rodríguez Romero. Saliendo de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción tras finalizar la Solemne Función de Ramos y haciendo su entrada por primera y única vez en la Iglesia Convento de Santa Catalina, donde actualmente se encuentra depositada dicha imagen en la Capilla del Perpetuo Socorro.
H I S T O R I A
Todos unidos comenzaron a trabajar siempre bajo la orientación y dirección de la Iglesia, en este caso, de nuestro Cura Párroco.
Por otra parte, ya desde los comienzos del trabajo, se vio la necesidad de ayudar en la pastoral de la Parroquia potenciando el Culto Litúrgico en honor de San Blas, Obispo y Mártir, Patrono Celestial de nuestra Ciudad y de su Excelentísimo Ayuntamiento. La devoción a San Blas en Aracena data de tiempo inmemorial. Ya por el siglo XVI contaba con Hermandad propia en el Antiguo Convento Dominico de San Sebastián, actual Iglesia de Santo Domingo.
Pero no es hasta un siglo más tarde y por mediación de la Venerable Madre Sor María de la Trinidad, dominica del Convento de Jesús, María y José, ya desaparecido de nuestra Ciudad, cuando el Cabildo lo nombra Patrón y Protector de la misma - año de 1700 - , trasladándose a la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción.
Esta antigua Hermandad de San Blas quedó extinguida totalmente como Corporación tras los desagradables incidentes de 1936, perdiendo todos sus enseres incluyendo la imagen del Santo Patrón.
Su última Camarera fue Dña. Dolores Méndez Tello, Vda. de López Alonso, la cual entregó a esta nueva Hermandad varios paños de altar y candelabro en forma de “media luna” que fue lo único que se pudo salvar tras el incendio de la Iglesia Parroquial.
Los orígenes de esta Hermandad se remontan a bastantes años atrás. Si bien hay que destacar dos momentos principales:
El primero de ellos tendríamos que situarlo en el final de los años cincuenta. Años de cambio en nuestra sociedad serrana; caracterizados por el paso de una pobreza casi radical a una vida de relativa abundancia, o al menos, de la carencia de lo más necesario a la apertura a los bienes, que siempre debieron ser patrimonio de todos. Pasamos del “no comer a no escasear de pan”.
En estos años, un hijo de Aracena, D. Manuel Reyes Rodríguez Rodríguez, ante la carencia total que padecían los niños de esta Ciudad, de lo más imprescindible en todos los sentidos, también en el religioso y espiritual, ambicionó y trabajó por organizar una Hermandad, a ser posible infantil eminentemente, que, secundando la tarea catequética y la labor pastoral de la Parroquia en su vertiente infantil, agrupase a los niños y los entusiasmase por seguir las huellas de Jesús de Nazaret. Y nada más mejor, pensó él, en una Ciudad tan nazarena, como ésta, que agrupar a los niños en torno al misterio mesiánico vivido por Jesús en su Sagrada entrada en Jerusalén, montado sobre la burrita, según había profetizado el Profeta Zacarías.
Pero estos intentos se vieron reducidos a “buenos deseos”, casi imposibles de ser llevados a la práctica por el gran número de dificultades que poco a poco surgieron, de todo tipo. Y ahí quedó todo, aunque la verdad es que lo atrayente de la idea nunca desapareció de muchos corazones de innumerables hijos de Aracena.
Un segundo momento comenzó a surgir con la llegada al ejercicio del Magisterio de varios aracenenses, de aquellos que abrigaban en su corazón el agrupar a los niños de la Ciudad en torno a la borriquita, y desde ahí, desde esta Hermandad, potenciar aún más la Catequesis Parroquial, movidos por su compromiso y por la vivencia de su fe.
Llegó por estas fechas a la Parroquia el actual Sr. Cura Párroco, D. Longinos Abengózar Muñoz, Pbro., el cual supo acoger, escuchar y secundar los proyectos e inquietudes que un buen grupo de personas, entre ellas, varios de estos Maestros, así como miembros del Coro Parroquial, todos ellos hijos de la Ciudad, le propusieron.
Durante los primeros años, el misterio, además de por el Cristo montado sobre su burrita, estaba compuesto por varias figuras que componían el "pueblo". Si bien, con el nuevo proyecto del paso, y la realización de una nueva imagen del Cristo se decidió eliminarlas debido a su escasa calidad y las pésimas condiciones en que se encontraban. Hoy en día, esas imágenes siguen en nuestra ciudad. Algunas de ellas son Santo Domingo o el Niño Perdido que se encuentre en la pila bautismal de la Parroquia.
El 19 de Julio de 1998 su Majestad el Rey de España D. Juan Carlos I acepta el cargo de Hermano Mayor Honorario de esta Hermandad, concediéndole el Titulo de Real.
El Domingo día 28 de Febrero de 1993 tuvo lugar la bendición de la actual imagen del Cristo del Amor. [En la sección Cristo del Amor pueden ver la historia de la imgen de manera más detallada]
El día 1 de Junio de 1993 se expide documento en Roma certificando la admisión de esta Hermandad en la Orden del Monte Carmelo.
La imagen de María Santísima de la Candelaria fue bendecida el día 29 de Enero de mil novecientos noventa y cinco por el Sr. Obispo, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ignacio Noguer Carmona. [Informción mas detallada en la sección Mª Stma de la Candelaria]
El 30 de Abril de 1998, el Excmo. Ayuntamiento reunido en sesión extraordinaria acordó por unanimidad conceder la Medalla de Oro de la Muy Culta Ciudad de Aracena a San Blas, Obispo y Mártir, Patrón de esta Localidad para ensalzar la devoción ancestral que su pueblo le profesa. Dicha Medalla le fue impuesta al Santo Patrón por el Excmo. Sr. D. Manuel Guerra González, Alcalde de la Ciudad el día 26 de Junio de 1999, en una Función Solemne celebrada ante el edificio del Antiguo Cabildo, frente a la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción, terminada la cual y de manera extraordinaria procesionó la imagen de San Blas por las calles de la ciudad.
El 2 de Diciembre de 1998 por mandato del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ignacio Noguer Carmona, Obispo de Huelva se dicta el Decreto de Erección Canónica de esta Hermandad de Nazarenos y Cofradía de San Blas, estableciéndose Canónicamente en la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen en la Calle Mesones de esta Ciudad de Aracena.
También desde ese mismo día y por Decreto del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Huelva se aprueban también los Estatutos por los que deberá regirse esta Hermandad.
